Inmediatamente
después del golpe fascista de julio de 1936 contra el gobierno de la Segunda República,
los partidos políticos que formaban parte del Frente Popular y los sindicatos
de clase organizaron unidades armadas de afiliados y simpatizantes (milicias)
que se dispusieron a la lucha en defensa del gobierno legítimo. Ya hemos
hablado de las milicias de IR en la Zona Centro, trataremos en este trabajo de
las formadas en el Ejército de Euzkadi.
Las milicias
vascas de Izquierda Republicana
El Ejército de Euskadi se formó con batallones de
milicias procedentes de los partidos PNV, ANV, PSOE, PCE, IR y UR, así como de UGT
y CNT. Izquierda Republicana formó varios batallones de milicias, la mayoría
dependientes no directamente del partido sino de las JIR, las Juventudes de
Izquierda Republicana. La organización miliciana de IR se llamó “Milicias de la
Juventud de IR”. En la portada de los primeros números del órgano de expresión
de las JIR vascas, la revista “Creación”,
aparecen los nombres de los batallones de milicianos de IR, batallones que
veremos a continuación.

La toma de Bilbao el 19 de
junio supuso desmoralización y desaliento en el frente vasco. El Azaña salió
maltratado de Bilbao, el 2 de julio de 1937 estaba en el acuartelamiento de
Solares. Hay una reorganización intensa después de todas las bajas sufridas, el
MAOC se fusiona con el Azaña. Los restos del batallón eran 287 hombres, se
integró en el 2º de las MAOC (o Guipúzcoa) que disponía de 432 hombres. La
unidad pasó a ser el III Batallón de la 3ª brigada de la división Ibarrola contando
el 16 de Julio con 712 hombres. En Santander se batió al oeste de Reinosa, en
La Lomba y Cuesta Labra. Después en Cabezón de La Sal con cuantiosas bajas,
consiguiendo escabullirse a Asturias. En la campaña asturiana, en
septiembre, destacaron en el Mazuco. La primera unidad republicana que
combate en el Mazuco es la
Brigada 156, de la antigua División Vasca de choque,
de la que forma parte los restos del Azaña que están en el Guipúzcoa, junto con
el Larrañaga y el Isaac Puente, donde se había integrado el Zabalbide. Al caer
Asturias una parte huyó y se reintegró en Cataluña, donde la mayor pare se
integraron en Brigadas de Carabineros, hasta el fin de la guerra.
Batallón
Azaña-Guipúzcoa. Tenía el número 20 del Ejército de Euzkadi. Sus primeras actuaciones se dieron en los combates por el control de San
Sebastián pasando después a engrosar las fuerzas que se oponían al avance en
Irún-San Martín. Su cuartel era el Frontón
Moderno del paseo de Atocha en San Sebastián y encuadraban
a 340 milicianos. En septiembre se retiró a Vizcaya, el 15 de septiembre estaba
en Zarauz y el 19 en Cestona, llegando después a Vizcaya donde se reorganizó el
batallón. En octubre de 1936 estaba acuartelado en Escuelas de Solocoetxe (Bilbao). En
diciembre sostuvo algún combate asociado al ataque de Legutiano/Villarreal.
En febrero el Azaña-Guipúzcoa se transformó en Torrijos. Ante la falta de
unanimidad en su adscripción a IR (los batallones eran mixtos ideológicamente a
pesar de su adscripción) se celebró una asamblea en Durango donde la mayoría
decidió adscribirse a las milicias socialistas. Una minoría prefirió seguir
como Azaña-Guipúzcoa pero acabaron desapareciendo y pasaron al Azaña-Vizcaya
por estar éste sin completar. El grupo mayoritario formó UGT
14 Torrijos, en homenaje a Guillermo Torrijos, histórico dirigente
socialista, concejal del Ayuntamiento de San Sebastián.
Batallón Baracaldo/Martínez
Aragón. Tenía el número 28 del Ejército de Euzkadi. En agosto de 1936 se inició la formación de este
batallón, se acabó de organizar como Baracaldo el 21 de
septiembre de 1936. Su cuartel estuvo en las escuelas de Altos Hornos de Vizcaya en Baracaldo. Era
una unidad antifascista sin vinculación política, formada con ugetistas de la
margen izquierda de Bilbao, lo que propiciaría su posyerior vincualación con
las milicias de UGT. Aunque es innegable su origen vizcaíno e incluso
baracaldés, tuvo encuadrados casi un centenar de guipuzcoanos, que se fueron
encuadrando durante la estancia en el frente eibarrés. La mayoría de San
Sebastián y Éibar. También debieron contar con medio centenar de burgaleses,
pero residentes en Vizcaya. Después del duro combate de Peña Lemona se le
incorporaron un centenar de movilizados.
En septiembre de 1936 marchó al frente de
Marquina donde combatió en el Monte
San Miguel y en los Intxortas, regresando después a
Barkaldo. Al constituirse el Gobierno Vasco, en octubre, fue enviado a Lekeitio
y luego al monte Kalamua en el frente de Marquina. El 19 de
octubre llegaba destinado a Éibar donde cubrió las posiciones de la
carretera de Malzaga y monte Illordo que se alza al
norte de la ciudad de Éibar, donde estuvo hasta el mes de enero en que pasó de
nuevo a reorganizarse. En ese tiempo destacan los combates de diciembre en
Malzaga con el enemigo que venía de Arrasate, tras la batalla de Villarreal. A mediados de enero queda bajo el control de las
milicias socialistas de la UGT.
Batallón
Zabalbide. Tenía el número 31 del
Ejército de Euzkadi. El nombre le viene dado por la calle de Bilbao en la que
se formó. En Octubre de 1936 estaba acuartelado en Escuelas de Begoña (Bilbao)
y tenía unos 600 hombres. En octubre de 1936 los montes alrededor de Elgeta
configuraron uno de los frentes de batalla entre las provincias de Guipúzcoa y
Bizkaia. Los milicianos de Zabalbide lucharon en los duros combates de estos
montes desde comienzos de octubre. Este frente se estabilizó hasta abril de
1937, tiempo en que se aprovecho para mejorar las posiciones hasta entonces
trincheras simples, muros y los propios caseríos de la zona. En
noviembre-diciembre participó activamente en la batalla de Villarreal.
Seguidamente el batallón se estableció en el Palacio Uribe de Elorrio, donde se
juntará con el Azaña que anteriormente ocupaba la iglesia parroquial de
Elorrio.
En 1937, en mayo el
Zabalbide, que se encuadraba en la 17ª Brigada, a la que también pertenecía
otro batallón republicano, el Azaña, estuvo reforzando el frente de Amorebieta.
Allí participó en los combates del pinar de la muerte (cota 333) en Echano
sufriendo numerosas bajas. La caída de Bilbao comenzó entre el 7 y el 11 de
junio, cuando el ejército rebelde inició la ruptura del Cinturón de Hierro
defensivo de Bilbao. El 9 de junio el
Zabalbide estaba todavía destacado en la zona de la cuota 100 de Fika, en
Montañazarreta,
Tras la caída de
Bilbao, el Zabalbide se trasladó a Santander, a donde llegó con solo 322
hombres. Se fusionó en julio con los también diezmados del Isaac Puente y se
quedaron adscritos a Iº Bon, de la IIIª Brigada de la 50 División vasca, en la
zona de Reinosa. Tras la caída de Santander, el Zabalbide es junto al Larrañaga y el Isaac Puente uno
de los batallones que continúan combatiendo en el Norte hasta el final de la
guerra. En agosto combatió en el Portillo de Suano, pasó a Asturias en
septiembre y octubre, destacando en los combates del Mazuco, puerto que se
convirtió en el centro de esta batalla de la defensa de Asturias. El 17 de
octubre no existía ya en Asturias una línea de frente propiamente dicha;
unidades aisladas cubrían posiciones, mientras otras se replegaban hacia Gijón
y Avilés intentando buscar una salida por mar. Los combatientes vascos,
asturianos y santanderinos que consiguieron evacuar Asturias por mar y alcanzar
Francia, pasaron inmediatamente a la zona republicana para continuar la lucha y
la mayoría se integraron en el Cuerpo de Carabineros del Ejército Popular.
Batallón
Capitán Casero. Tenía el número 52 del
Ejército de Euzkadi. El batallón Capitán Casero recibió
este nombre en recuerdo de un capitán republicano. Inicia su formación en diciembre de 1936, al mes siguiente ya
estaba compuesto por 523 milicianos que permanecieron sin armamento hasta el
mes siguiente. Su cuartel general fue la
escuela de Múgica en
las Siete Calles. En el batallón había bilbaínos y residentes en la zona fabril
que eran la mayoría, aunque en su cuarta compañía hubo un importante número de
guipuzcoanos y de navarros huidos de Alsasua y Olazagutia. Parte de sus
componentes procedían del extinguido Azaña-Guipúzcoa de que era heredero
directo cuando en febrero el Azaña-Guipúzcoa se transformó en Torrijos. Contaba
también con unos 60 cenetistas.
Tras su formación salió hacia el tranquilo
frente de Arceniega-Respaldiza, posición en la que siguió al comienzo de la
ofensiva de Mola, en abril de 1937. Pasó al frente de Bizkagi, donde
mantuvo intensos combates, así como en la defensa de Bilbao por Archanda, hasta
su evacuación por Castrejana hacia Santander. Tras la caída de Bilbao fue
traslado primero a Asturias y luego regresó a la provincia de Santander, donde
combatió hasta que el 26 de agosto el enemigo entró en Santander capital donde,
ante la imposibilidad de retirada, se rindieron.
Batallón
Mixto de Ingenieros Manuel Andrés. Tenía
el número 1 de Ingenieros del Ejército de Euzkadi La
unidad fue organizada desde Izquierda Republicana de San Sebastián en homenaje
al periodista donostiarra Manuel
Andrés Casaus, miembro de IR asesinado
el 10 de septiembre de 1934, en Donostia. La misión principal de los batallones de ingenieros vascos
fue fortificar los frentes,
y preparar nuevas líneas defensivas en la retaguardia construyendo refugios
donde puedan guarecerse las milicias, construyendo trincheras e instalando
alambradas. Estas misiones las realizaron en ocasiones bajo fuego enemigo,
incluido el acoso de la aviación. Realizaron una labor encomiable en los curso
trabajos de fortificación y zapa que quedan oscurecidas por el relieve de los
combates en primera línea. En su labor de fortificación destacaron
fundamentalmente en la construcción del Cinturón de Hierro defensivo de Bilbao. El Manuel Andrés participó en
diferentes frentes durante la campaña vasca, actuando, por ejemplo, durante los
combates de Artxanda y en el repliegue hacia Santander, en cuya campaña final, agosto del 37, la unidad desapareció
junto al grueso de los Cuerpos de Ejército de Euzkadi y santanderino.
Batallón de
Ingenieros García Hernández. Tenía
el número 3 de Ingenieros del Ejército de Euzkadi. Su nombre es en honor del
alavés García Hernández
uno de los dirigentes de la sublevación de Jaca en diciembre de 1930, junto con
Fermín Galán. Se comenzó a formar el a finales de 1936 cuando se
comprendió la importancia de fortificar, para ello se hizo un llamamiento a
alistarse a obreros del ramo de la construcción y aquellos que con conocimientos
técnicos (contratistas, albañiles, carpinteros, peones de construcción) entre
27 y 45 años. Su cuartel
estaba en las escuelas
de Zorroza. En marzo de 1937 se encuentra en el sector que
Defendía Vizcaya desde el Frente de Álava en Ubidea. Al iniciarse la ofensiva
franquista del general Mola sobre Vizcaya salió a fortificar del frente del
Gorbea. A finales de abril estaban acuartelados en Castillo Elejabeitia realizando
trabajos de fortificación. En mayo pasa del Gorbea a la zona del cinturón de
defensa por Larrabezua antes del ataque franquista, donde fue sorprendido
fortificando en Larrabetzu. Después se retiró hacia las Encartaciones. En
Santander quedó como unidad de zapadores afecta a la segunda división vasca.
Batallón de
Ingenieros Pi y Margall. Este batallón
tenía el número 9 de Ingenieros del Ejército de Euzkadi. Su nombre es en
honor del presidente de la primera República. Se comenzó a formar el primer
trimestre de 1937 y acabó acogiendo a los voluntarios que eran más
necesarios para estas labores técnicas y menos capacitadas para el combate. Se
organizó en los momentos finales del frente vasco, en la primavera de 1937,
cuando el acoso fascista tras la ofensiva de Mola era casi insoportable y
exigía un esfuerzo hasta el límite. Los republicanos organizaron varios
batallones de ingenieros para el Ejército vaco y este fue el más tardío. Se
puede comprobar por los números de sus chapas que vienen a ser de las últimas.
Por ello gran parte de sus milicianos eran mayores o demasiado jóvenes para el
combate. Tuvieron cuartel en Baracaldo y también en Sestao. Participó en la
fortificación de diversas zonas antes de la ofensiva sobre Bilbao. Con la toma
de Bilbao el batallón se sumó al repliegue al occidente de Vizcaya. En
Santander parte de sus hombres pasan a unidades de combate integrándose en la
5ª Brigada. Fueron finalmente capturados en Santander.
Batallón
Ramón Bengaray. A finales de
1936, en diciembre, se intenta desde Izquierda Republicana crear el batallón
Ramón Bengaray, con el que se quiere rendir homenaje a la memoria del benemérito republicano de Pamplona
asesinado villanamente por los facciosos que no han podido perdonar la
indomable actividad de nuestro indomable correligionario… Oficinas
en Campo Volantín 8, primero. Al parecer se intenta realizar con los
refugiados guipuzcoanos y navarros de Izquierda Republicana. En 4 días se
habían reunido 500 hombres bajo el nombre del luchador navarro. También
intentaron que los movilizados de las quintas de 1930, 1931, 1936, 1937 pueden
inscribirse en este batallón.
Grupos de
milicianos de IR. Además de los
batallones reseñados, se formaron varios grupos de milicianos con gentes de
Izquierda Republicana en otras unidades, como El Grupo de Pasaje Ancho/ Pasaia con 43 milicianos, el Grupo Pablo Sanz de IR de Tolosa que encuadraba a 45 hombres, e
igualmente en Ordizia, Legazpia, Beasain, Alegia…. Los milicianos de IR eran la
mayoría de la Primera Compañía Roja de Alza, que se
integró en el Batallón Karl Liebknecht. Y los miembros de IR en la Marina Auxiliar.